Generalmente, solemos expresarnos de forma espontánea. A veces, utilizamos determinadas palabras y expresiones solo ante personas de confianza. Esos términos se denominan coloquialismos. Por ejemplo: La función ha estado guay. Los coloquialismos no deben usarse en situaciones formales.
No hay que confundir los coloquialismos con los vulgarismos.
Los vulgarismos son palabras o expresiones que no deben utilizarse nunca porque son incorrectas. Por ejemplo, cocreta (por croqueta). También son propios del lenguaje vulgar algunos errores como utilizar artículo delante del nombre propìo. Por ejemplo: Se lo dije a la Paula (por Se lo dije a Paula).
Enlace al libro de Lengua: http://www.e-vocacion.es/files/html/189644/recursos/U15/index.html
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