martes, 26 de febrero de 2013

Escritura creativa:


La montaña del Everest, una experiencia inolvidable
Érase una vez, un chaval llamado Shinosuke Noara de 20 años, y su amigo llamado Hiroshi Chan de 21 años. Estos muchachos eran unos jóvenes que vivían en Nepal. Eran muy valientes o sea, que les gustaban hacer apuestas muy difíciles y que costaban mucho.
Un día, Shinosuke le dijo a Hiroshi que se apostaba todo el dinero que tenía a que no llegaba a la cima del Monte Everest antes que él. Hiroshi se quedó asombrado por lo que le dijo, pues vale que los chavales eran valientes, pero escalar una montaña tan alta como el Monte Everest era una locura. Shinosuke empezó a cantarle de que era un gallina, siguió y siguió burlándose de él hasta que lo Hiroshi se enfadó y aceptó la apuesta.
El día de la apuesta, los dos muchachos cogieron un taxi y se dirigieron al Everest.
Al llegar a la montaña, los dos se asombraron en ver ese monte, tan pero tan alta y enorme.
Más tarde, empezaron a escalar. Después, estaban escalando por una montaña muy resbaladiza. Los dos querían ganar la apuesta y subían lo más rápido que podían hasta que Hiroshi, que iba por debajo de Shinosuke lo agarró e Hiroshi cayó al vacío.
Hiroshi en ese momento estaba llorando de pena y se le pasó por la cabeza de que no tuvo que hacer esa apuesta...  

No hay comentarios:

Publicar un comentario